Este 28F salgamos a la calle contra el fraude organizado y sistemático
Este 28 de febrero no puede ser solo un día de fiesta para los andaluces, un día de actos institucionales en nuestra Comunidad. Este 28F tiene que tener un componente claramente reivindicativo, de protesta y rechazo. Reivindicativo ante una situación de desigualdad económica de Andalucía frente al tratamiento que el Gobierno central da a otras Comunidades.
El Gobierno del Estado está incumpliendo el propio Estatuto de Autonomía y los compromisos existentes en materia económica entre el Estado y Andalucía. El Gobierno central está forzando la maquinaria hasta un límite tal que difícilmente va a permitir a medio y largo plazo que Andalucía mantenga el modelo de servicios públicos que posee en estos momentos y que tiene comprometido en su propio Estatuto.
El 28F tiene que ser un día de protesta de los andaluces ante el desempleo, ante la precariedad absoluta en la que viven cientos de miles de personas en nuestra sociedad como consecuencia de una crisis económica y una política que lo único que ha hecho es cargar sobre los trabajadores los costes de dicha crisis.
Algunos medios de comunicación han publicado que los sindicatos somos el brazo armado del gobierno bipartito de la Junta de Andalucía. Y efectivamente, vamos y queremos ejercer de brazo armado pero no de ningún gobierno o partido político. Somos el brazo armado contra una política económica que basa todo en resarcir los intereses económicos a aquellos que nos han llevado a la crisis. Una política económica que ha puesto el dinero por delante de la propia subsistencia de cientos de miles de personas y me remito a las colas en los comedores sociales de quienes tienen que ir a recoger su sustento diario y el de su familia.Tenemos que ser efectivamente el brazo armado contra una política en materia laboral que lo único que pretende es cambiar el modelo, definir cómo vamos a trabajar, como vamos a vivir, cuáles serán nuestros derechos cuando pase la crisis.
La política económica y social de este país responde a una estrategia de fraude organizado y sistemático. Las medidas del PP, reforma tras reforma, ponen en riesgo sistemáticamente todos los derechos recogidos en nuestro Estatuto.
Pondré cuatro ejemplos:
1. La reforma laboral.- Un año de vigencia y... ¿resultados? Más de 800.000 trabajadores sin empleo, los salarios cayendo en picado, los convenios desapareciendo y la regulación de las condiciones de trabajo en una situación tan precaria, y en algunos casos inexistente, como nunca habíamos visto en los últimos cuarenta años. Si no es un fraude lo que ha cometido el gobierno, que alguien me lo explique.
2. La reforma financiera.- El Gobierno de Rajoy ha puesto directa o indirectamente en manos de los bancos algo más del 22% del PIB de nuestro país. Y no lo ha hecho para que haya crédito, tal y como puede comprobar cualquiera si se acerca a pedirlo a una sucursal bancaria. Lo ha hecho para garantizar los intereses económicos de la banca y de quienes están detrás. Y mientras, ese mismo Gobierno niega un solo euro para el empleo, para el crecimiento económico o para fortalecer los servicios públicos que garantizan el estado del bienestar.
3. La privatización de los servicios públicos.- Nuestra salud se ha convertido en un negocio, en la guinda de un pastel extremadamente apetitoso para los empresarios. Poco a poco, paso a paso, el Gobierno del PP está convirtiendo en mercado los problemas que tenemos los españoles: desde nuestra propia salud hasta las necesidades educativas. Todas nuestras necesidades más básicas.
4. La reforma municipal.- Esta reforma, aprobada este viernes en Consejo de Ministros, supone un auténtico atentado contra la democracia. Y en Andalucía tendrá un impacto enorme porque la inmensa mayoría de nuestras entidades locales son pequeñas. Habría que preguntarse si lo que pretende el PP con esta medida es conseguir lo que las urnas no les han dado. Si atacando directamente la viabilidad de varios cientos de municipios andaluces pretenden mejorar sus resultados en Andalucía. Es una auténtica barbaridad que el PP en nombre de la austeridad ponga en situación de inviabilidad a más de 500 municipios en nuestra Comunidad. Esto merece una reacción inmediata porque, con esta nueva estrategia, el PP pretende debilitar el Estado a favor del mercado. Los andaluces no podemos permitir que el PP nos quite nuestros ayuntamientos y elimine la participación directa. ¡Si lo que estamos pidiendo todos los ciudadanos, que no se enteran, es una democracia más participativa, más directa, donde los ciudadanos podamos intervenir en la gestión de nuestros intereses! No se enteran o no quieren enterarse.
Por todo esto, sí. La Unión General de Trabajadores será el brazo armado de aquellos que quieran el 28 de Febrero seguir movilizándose. Con nuestras pancartas, saldremos a la calle para recordar a los gobiernos de España y de Andalucía que están aquí para responder a las necesidades de los ciudadanos. Y empezando por respetar nuestros derechos.
Frente a la política económica de destrucción, al desmantelamiento de los social, al acoso y derribo de las organizaciones sociales de clase, el 28F vamos a hacer de pancarteros, vamos a reivindicar nuestros derechos. Vamos a demostrar en la calle que no cuentan con el apoyo de la ciudadanía.
El 28 de Febrero será para la UGT el día de fiesta reivindicativa de quienes hemos perdido nuestro derecho universal a la sanidad, a la educación, a los servicios sociales, a la dependencia. Salgamos a la calle todos aquellos que, en este momento, estamos en claro desacuerdo con lo que está pasando en nuestro país y en Andalucía.
Tenemos la obligación de defender nuestros derechos como ciudadanos y como pueblo.
M.P.
Publicado por
Manuel Pastrana
